viernes, 20 de junio de 2008

Cuestión de fe

"- Doctor, ¿ha tenido alguna vez una pesadilla? ¿Una pesadilla que hubiese creído real?
Jack Mort se detuvo. Aquel joven había sufrido algún tipo de accidente y estaba desarrollando las consecuencias a los efectos posteriores. Sin embargo, sintió lástima por él. Nunca se dejaba a las emociones. Aquello no existía en su patrón, pero el chico le inspiraba pena. Quizás era por su mirada perdida, quizás por su debilidad física y mental. Tras unos segundos de silencio, se dio la vuelta.
- Sí, David. He tenido pesadillas muy reales. Pero cuando despierto sé discernir entre lo que es real y lo que es fantasía. Los sueños son sueños. Debes reconocer cada momento. Eso es lo que diferencia al cuerdo del loco.
- Entonces llámeme loco, pues entiendo que la locura es sinónimo de verdad.
- Confundes mis palabras. La locura es la consecuencia de una percepción de la realidad alterada. Los cuentos son para los niños. Esa es la realidad de la infancia, que varia mientras crecemos y se adapta al mundo real, fuera de la inocencia y la fantasía. Debes decidir qué realidad es la tuya. O afrontas la verdad o acabas de por vida en un lugar como este. Grandes cuestiones. Grandes decisiones.
David se quedó en silencio. Jack Mort le observaba sabiendo que el chico se enfrentaba a un juicio personal. Sus palabras estaban empezando a surtir efecto.
- Existe un lugar, - empezó a decir David – donde los más oscuros secretos se manifiestan como la peor de las pesadillas. Un lugar… - la voz le temblaba por la impotencia que sentía – donde los sueños son parte de la realidad y la realidad parte de los sueños. Un mun… - las lágrimas le empañaban ya los ojos – un mundo alternativo, que cambia. Niebl…bla y saan…gre.
El doctor se acercó hasta la camilla. Abrió la boca para decir algo, pero David le detuvo alzando una mano, no con poco esfuerzo, mientras con la otra se secaba las lágrimas.
- Déjeme terminar. El nombre de aquel que cambia esas fases es Argorat. Es el lugarteniente de una de las fuerzas oscuras más poderosas que regentan ese mundo.
- ¿Qué me pides que haga, David? Has creado un mundo a tu imagen en el que te cobijas.
- No. – sorbió por la nariz y le miró con una expresión difícil de identificar que hizo que al doctor se le encogiera el estómago. – Sólo le estoy pidiendo que deje su escepticismo por un momento. La ciencia no lo es todo. Hay cosas que no se pueden explicar por métodos empíricos. Hay cosas que requieren fe."

Fragmento extraído de Sombras del Pasado I: La Libélula Negra. Si quieres saber más sobre esta historia entra en www.lulu.com/content/2221870 y no te quedes con la curiosidad